Mis días de renovación en el Valle del Elqui

Las montañas, el valle, el viento, los verdes, el agua, el sol, los pájaros, la noche, la oscuridad, las estrellas; sentirme sola, limpia y transparente, a eso fui estos días, a dejar y soltar lo malo, lo triste, las impotencias, la carga. Fui a limpiar mi alma, fui a limpiar y a iluminar mis cartas. Las recordé a todas y a todos uno a uno, sus miedos, sus penas, sus rabias, sus inseguridades, todo lo he dejado allá en el Valle del Elqui. Se arrancaron uno a unos todos esos miedos y yo ahora me siento en paz, renovada, nueva, con muchas ganas de seguir en este proceso de ayuda y aprendizaje que realizo cada día, con tanta pasión y claridad, con cada uno de quienes me visitan en mi hogar.